Cuento creado para El Libro del Agua, el otro lo tenéis en el periódico.
Un niño que vivía en el desierto de Sahara, estaba triste porque no tenían suficiente agua.
Un día cayó una tormenta que inundó todo su poblado y recogieron todo el agua que pudieron, él llenó tres cubos. Después, los cubos se los llevó a su madre y ella la embotelló.
Un día, el niño fue a su madre y le dijo: ¡Mama, mama, quiero un vaso de agua!, y su madre se lo dió.
Al cabo de un tiempo ya no les quedaba agua, y un mes después se morían de sed.
Casualmente, por el desierto pasó una ONG cuyo nombre no recordamos. Entonces el médico de la ONG se acercó a ellos y les preguntó: ¿Queréis, que os llevemos a Zaragoza? Os darán de comer y de beber para que os curéis.
Ellos dijeron: Si, Si, nos has salvado la vida.
A su regreso al desierto, a todos los niños les contaron como era Zaragoza y como ahorraban agua los maños.
Desde entonces Zaragoza, la ONG y su poblado están unidos en el ahorro de agua para siempre.
1 comentario:
Ole muy chulo el cuento
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