Estaba un día Loluillo, que iba a robar unos cuántos rubíes al museo. Mientras llegaba al museo, se acordó de que tenía que denunciar a su vecino. Al momento, sus amigos dijeron:
-¡Rápido, hay que saber dónde vive!
Fueron todos al cementerio. Al final todo acabó, ¡chachi, pipa y estupendo!
¡FIN!
PAULA
El patito feo empezó comer sopa y judías blancas. Al rato dijo:
-Me he tirado un pedo.
Y la patita fea le contestó diciendo:
-¡Queee! Adiós.
Por la noche se fue a casa de su amiga Pepa para pasar la noche y jugar con ella. Él no podía dormir porque Pepa se mueve mucho por la noche y habla sola.
Por la mañana el patito feo se enamoró de su amiga aunque este era tan feo que Pepa le dijo que era horrible y el patito feo le contesto:
-¡Ja! Tú roncas más que mi abuelo, el abuelo feo.
Y COLORÍN COLORADO ESTE CUENTO FEO SE HA ACABADO
GRACIAS A JAVIER MATEOS HEMOS RECORDADO LAS TÉCNICAS DE RODARI,
NO TODO LO NUEVO ES MEJOR, LO BUENO SIGUE SIENDOLO A PESAR DE LOS AÑOS TRANSCURRIDOS DESDE QUE LO APRENDISTE.
1 comentario:
Buen trabajo
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