MANOLA JIMÉNEZ EN EL PAÍS DE TARUNGA
Manola Jiménez sacó a pasear a su perro por la noche y dijo:
-Soy el no va más. Y la gente que iba por la calle dijo:
-¿Y eso?
A ella no le dió tiempo a contestar porque se le escapó el perro. Iba corriendo mientras pensaba:
-¡SE ME VAN A DESGASTAR LOS TACONES!
Hasta que llegó a el País Tarunga. Ella se asombró un montón; y se fue a un hotel para visitar el País. Hasta que llego al diamante con pepitas de oro. Miro arriba, abajo, izquierda y derecha lo cogió y se fue.3 horas más tarde descubrió que un joyero y lo devolvió. Fue a buscar a su perro y felizmente se fue a su casa.
FIN.
CELIA P
Érase una vez un hombre llamado Manolito que se fue a pasear por el parque y cuando paso cinco minutos, gritó:
-¡Estoy loco!
La gente que paseaba tranquilamente dijeron “Eres increíble “.
Después de oír esas lo que la gente le contesto se fue a la pastelería a coger algo que había encargado.
Cuando se lo comió comprado en la tienda fue muy feliz y se caso con la pastelera por aquel sabroso pastel que había preparado.
ALBERTO M
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